Hace unos días encontré en la versión electrónica de un periódico un artículo sobre conciliación laboral que se titulaba “Yo comparto mi empleo y mi salario”. Como entenderéis, para una persona como yo que he gestionado personas en distintas empresas familiares durante los últimos 20 años, mi atención y, más concretamente mi dedo índice de la mano derecha, se paralizaron al unísono en la pantalla del móvil ante tan impactante noticia. Comencé a leer con interés inusitado la información. Mi curiosidad era la misma que la de un niño pequeño ante cualquier situación novedosa que se le presenta.
Parece ser que en determinados países de la misma Europa en la que vivimos, trabajamos, compartimos moneda, intereses sociales y mismos derechos y obligaciones, existe la posibilidad de que dos personas puedan desempeñar el mismo puesto de trabajo distribuyéndose jornadas y tiempo laboral, utilizar la misma mesa y silla, el mismo teléfono, respetar e incluso asumir la toma de decisiones del otro. También, distribuirse la retribución de forma proporcional al tiempo dedicado por cada persona en el mismo puesto.
Entre los países que encabezan este movimiento y que lo fomentan tanto desde el sector público como el privado se encuentran: Inglaterra, Bélgica, Holanda, Austria, Francia, Suiza, Alemania. Las estimaciones de una multinacional de Recursos Humanos, “Robert Half”, realizadas en diciembre 2014 indican que el 48% de las empresas en el Reino Unido ofrecen trabajo compartido y en Alemania alcanzaban el 15%, mayor y menor porcentajes entre los países estudiados. En este estudio, España no aparece.
Las profesiones donde se lleva a cabo esta modalidad son de lo más variopinto. Podemos encontrar desde un Juez hasta un cura anglicano pasando por políticos y periodistas.
Dicho todo esto, albergo la esperanza de que las nuevas maneras de relacionarnos laboral y profesionalmente en España, donde cada vez está más presente el coworking, networking, diferentes y nuevas colaboraciones entre distintos profesionales y empresas, junto con la anunciada recuperación económica se propicien nuevos contextos que faciliten la incorporación de otros modelos de relación como el aquí comentado.
En los nuevos escenarios y contextos de relación laboral incorporados a nuestra sociedad y los que vayan apareciendo en el futuro, es donde el coaching ejecutivo y de equipos está realizando una labor muy importante y de gran valor ayudando a los líderes y profesionales para que a través de la creatividad, el compromiso y el ejercicio de nuevos liderazgos apliquen nuevos métodos de conciliación que consigan el bienestar de las personas y de los equipos de trabajo, incrementando así la eficacia, la competitividad y la productividad de las empresas.
David Rodríguez